8 de julio de 2013

Hacer y llevar una tarta de boda y no morir en el intento


Madre mía, cuánto tiempo sin publicar!! Este mes ha sido un no parar y no he tenido tiempo de publicar (ni hacer) ninguna receta nueva, pero prometo una muy pronto y de HELADO!! Todavía estoy indecisa..dulce de leche? Vainilla con cookies? Chocolate? Tendré que hacerlos todos.

Hoy os quería enseñar esta tarta que hice el viernes pasado para una boda, y se merece un post ella solita. Ha sido una de estas tartas-reto que te ponen a prueba y creo que la he superado aunque haya llorado en el camino…



Al principio la novia no tenía claro que flor quería, asique me dije: bueno, serán las típicas flores como rosas, hortensias, etc que se suelen hacer…inocente de mí. Al final me dijo que serian Anastasias (inexistentes en mi repertorio floral hasta hace un mes).

Pos suerte existe google y pude satisfacer mi curiosidad al segundo de recibir su mensaje. La vi, me entró el pánico y me dije: tranquila que tu puedes.  Y a pesar de oir comentarios del tipo: dios mio! ¿Cómo vas a hacer eso?, pero…eso es imposible!!...me puse a ello con toda la confianza, y bueno, no serán idénticas pero se le parece bastante. Al menos supere la prueba de fuego:  la novia, que le gustaron mucho. (menos mal…)



El resto ya fue un coser y cantar. Vale, mentira, hornear, cortar, rellenar y cubrir de fondant el piso de abajo de 40 cm me hizo sufrir mucho… 

Y yo pregunto: ¿Se puede tener más presión que hacer una tarta de boda para 100 invitados con flores raras? Pues si…llevarla!! 



Creo que el viajecito se merecería un post aparte, pero resumo para no aburriros. Al principio me plantee llevarla sola, pero claro, imposible…asi que Pablo vino al rescate en su súper coche nuevo último modelo y con todos los extras del mundo mundial, excepto uno: espacio suficiente para meter por la puerta una tarta de 45 cm de base. Error. 


Probamos en mi coche, y entraba (afú). Pues yo iba en el asiento de atrás, con la tarta sobre una madera y rezando para que no se moviera. Igual me creía que iba en avión porque eso de que no se moviera era imposible, claro. 

Primera curva: piso de arriba sale casi volando…

Segunda curva: flores estrelladas contra el asiento del conductor…

Para entonces ya se me habia saltado la primera lagrima...ver cómo los pétalos se caían por el asiento...ayy

No veía la hora de llegar para arreglarlo. Ya íbamos por la A-6 a falta de 30 km cuando de repente atasco imposible de los que estas parado 15 minutos. Total, que el viaje que debería haber sido de 40 minutos, se convirtió en 1 hora y media de sufrimiento constante y un calor que para que os voy a contar… 5 de Julio, Madrid, 40º a la sombra y a las 5 de la tarde…



Pero lo importante fue que la tarta llegó entera y a los novios y todo el mundo les gustó mucho. Y yo tan contenta y ya pensando en la próxima que tengo que hacer el 20 de Julio.

Y a vosotros, ¿Os gusta? ^^


Besos! Y hasta pronto! (lo prometo)
 





3 comentarios:

  1. Es preciosa!! Te ha quedado una tarta muy elegante. Enhorabuena!

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  2. Una tarta preciosa, no se como conseguiste hacer esas flores tan monas, besitos

    Me das tu voto ? Truquitosparalaschicas gracias

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  3. te quedo preciosa la torta!! y las flores son hermosas!... me muero con el viaje!!!

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